
El número de casos en mujeres se ha incrementado en los últimos años, y la epidemia en esta población se comporta de manera diferente que en el resto de los grupos, aunque tienen menos factores de riesgo, su condición de mayor vulnerabilidad se asocia a su relación con su pareja estable.
Las mujeres embarazadas y las personas víctimas de violencia sexual se consideran también clave debido a la gran eficacia de las intervenciones preventivas. El 90% de las infecciones por VIH en nuestro país se transmiten por vía sexual. En 2010 se registraron oficialmente 9,873 nuevos casos de VIH/SIDA de los cuales el 78.3% fueron hombres y 21.7% mujeres [ii].