Nacida en 1946, bajo la dirección del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC), la CSW se constituyó como el principal organismo global de formulación de políticas dedicado exclusivamente a la igualdad de género y al adelanto de las mujeres[1]. Es así que cada año, representantes de los Estados Miembro se reúnen en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, para evaluar el progreso en materia de igualdad de género, identificar retos, establecer estándares globales y formular políticas concretas para promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en el mundo.
Violencia contra las mujeres… la raíz de todos los males
Para su quincuagésima séptima sesión, que se realiza del 4 al 15 de marzo de 2013, la CSW abordará dos temas prioritarios[2]:
1) La eliminación y prevención de todas las formas de violencia contra las mujeres y la niñas.
2) El reparto equitativo de las responsabilidades entre mujeres y hombres, incluidos los cuidados prestados en el contexto del VIH/SIDA.
¿Por qué este año la CSW abordará el tema de la violencia?
Porque la violencia contra las mujeres, jóvenes y niñas sigue siendo causa y efecto de las desigualdades de género; porque es la herramienta de dominación más perversa y el principal obstáculo para el ejercicio de derechos. Es la “peste” que no hemos podido erradicar a pesar de las convenciones de derechos humanos, las leyes, las políticas, los programas, los compromisos de los gobiernos, los “actos de buena fe”.
Recientemente, el caso de una joven de 15 años abusada sexualmente por su padrastro y condenada a 100 azotes bajo el cargo de “fornicación” en las Maldivas, atrajo la atención de Amnistía Internacional quien realiza una campaña para proteger los derechos de la menor[3]. Y la muerte de una joven india, víctima de una violación tumultuaria en Nueva Delhi, conmocionó al mundo el pasado diciembre[4]. Pero estos dos casos, conocidos por much@s, son sólo la punta del iceberg. Diariamente, millones de mujeres, jóvenes y niñas en el mundo son acosadas, discriminadas, hostigadas, golpeadas, abusadas sexualmente, denigradas, minimizadas, traficadas, torturadas, asesinadas. Aquellos casos que no vemos, que no conocemos, que no nos indignan se convierten en el reto que seguimos enfrentando las personas, las sociedades, los gobiernos y los países. Es un reto que demanda acciones concretas de hombres y mujeres, y no sólo palabras.
En un mensaje difundido el día de ayer por Michel Sidibé, el Director Ejecutivo de ONUSIDA expresó:
“Acabar con la violencia contra las mujeres no es solo una necesidad inmediata propia de los derechos humanos; es esencial para erradicar el SIDA. Hasta 7 de cada 10 mujeres son víctimas de violencia a lo largo de su vida. La violencia o el miedo a ella puede evitar que las mujeres negocien un sexo más seguro. Al mismo tiempo, las mujeres que viven con el VIH suelen ser más vulnerables a la violencia, lo que puede impedir que accedan al tratamiento y a la atención relacionados que necesitan.”[5]
Por su parte, Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas, comentó:
“Al celebrar el Día Internacional de la Mujer, debemos mirar hacia atrás, hacia el año que acaba de terminar, en que se cometieron atroces crímenes de violencia contra las mujeres y las niñas, y preguntarnos cómo hacer para asegurar un futuro mejor.
…Este año, en el Día Internacional de la Mujer, traducimos nuestra indignación en medidas concretas. Declaramos que juzgaremos los crímenes que se cometan contra las mujeres —y que nunca permitiremos que sean castigadas por los abusos que han sufrido. Renovamos nuestro compromiso de luchar contra esta amenaza mundial a la salud donde quiera que aceche, en hogares y empresas, en zonas de guerra y plácidos países, y en las mentes de las personas que permiten que la violencia continúe.”[6]
¿México lindo y querido?
Hoy en día y desde 2007, México cuenta con una Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida libre de violencia. No obstante, sabemos que si las leyes no se instrumentan y se traducen en política pública, éstas se convierten en letra muerta. Y en el contexto que hoy vivimos, México está lejos de erradicar la violencia contra sus niñas y sus mujeres.
En la página de la campaña de las Naciones Unidas, “Unidos para poner fin a la violencia contra las mujeres”[7], el Gobierno de México se comprometa a:
1) Revisar y fortalecer el Programa Integral para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres, escuchando y dando voz a la sociedad civil y a diversos sectores.
No obstante, la alerta de género[8] –mecanismo contemplado en la Ley para catalizar acciones gubernamentales de emergencia que permitan atender y erradicar la violencia feminicida en un territorio determinado–, solicitada por diversas organizaciones de la sociedad civil, ha sido negada en diversas entidades del país como el Estado de México, Oaxaca y Guanajuato, entre otras. Al respecto, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer emitió una recomendación en su último reporte (julio 2012) y urgió al gobierno mexicano a eliminar los obstáculos que limitan la activación del mecanismo de alerta de género[9].
2) A lanzar campañas permanentes desarrolladas por medio de espectaculares, galería itinerante, medallones, carteles, dípticos y otros medios de comunicación; protocolos de actuación en la investigación de delitos contra las mujeres; centros de justicia para las mujeres en un espacio en donde se concentren diversas instancias gubernamentales, con el objeto de brindar servicios integrales a mujeres en situación de violencia (social, educativo, salud, laboral, legal, psicológico, migración, entre otros) y a asegurar la asignación de presupuesto público con perspectiva de género, para garantizar el acceso a las mujeres a una vida libre de violencia.
Sin embargo, no hemos atestiguado dichas campañas, ni se conocen tales protocolos, y mucho menos se ha logrado una justicia pronta y expedita para la mujeres. Lo que sí presenciamos y combatimos, fue el intento de sectorizar al Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) dentro de la Secretaría de Desarrollo Social(SEDESOL), en noviembre del año pasado. Esta iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto reforzaba la idea de que las mujeres constituimos un grupo vulnerable e ignoraba la necesidad de transversalizar la perspectiva de género como política dirigida para alcanzar la igualdad entre los géneros[10].
Los compromisos no se han traducido en acciones, pero seguimos observando una sistemática y creciente violencia institucional que se comete día a día contra la mujeres cuando los/as servidores públicos culpan a las víctimas de violación y cuestionan su forma de vestir; cuando las mujeres no pueden acceder a la justicia o ésta es impartida de manera discrecional; cuando se realizan reformas constitucionales para criminalizar a las mujeres que deciden sobre sus cuerpos; cuando miles de feminicidios siguen sin resolverse y sus perpetradores continúan libres; cuando los derechos de las mujeres son violados dentro y fuera de su hogar.
A México le falta voluntad política, pero, tristemente, le sobra corrupción e impunidad. Y es esta realidad la que coloca a nuestro país lejos de alcanzar los objetivos que nos hemos planteado para prevenir y erradicar de una vez y por todas, la violencia contra la mujeres. Pero esta reflexión no puede ni debe convertirse, solamente, en una llamada de atención a los gobiernos. Todas y todos somos responsables de perpetuar o transformar los paradigmas, ideas y conductas que justifican y normalizan la violencia. Si no comprendemos que nuestra obligación va más allá de demandar acciones gubernamentales, entonces no lograremos combatir este problema.
Por eso este 8 de marzo, y en el marco de todos los eventos, foros y campañas que se realizan para conmemorar el Día Internacional de la Mujeres, no queremos discursos, ni flores, ni chocolates… lo que DEMANDAMOS son TODOS los DERECHOS para TODAS las mujeres.
[1] http://www.un.org/womenwatch/daw/csw/index.html#about
[2] http://www.unwomen.org/es/how-we-work/csw/
[3]https://www.amnesty.org/es/for-media/press-releases/maldivas-victima-abusos-sexuales-protegida-no-castigada-2013-01-08
[4] La Jornada (29/12/2012) http://www.jornada.unam.mx/2012/12/29/opinion/023n1mun
[5]http://es.scribd.com/doc/129171728/Mensaje-de-Michel-Sidibe-Director-Ejecutivo-de-ONUSIDA-en-el-marco-del-8-de-Marzo
[6] Descarga el documento completo aquí.
[7] http://saynotoviolence.org/es/noscomprometemos
[8] Ley General de Acceso de la Mujeres a una Vida Libre de Violencia http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LGAMVLV.pdf
[9] Descarga el documento completo aquí (Inglés).
[10] http://es.scribd.com/doc/114060728/Carta-INMUJERES-Camara-Diputados