
Melissa Gira Grant
El debate sobre trabajo sexual, sin importar lo solemnes o empáticos que afirmen ser sus interlocutores, es un espectáculo. Atrae a sus audiencias con el encanto de una crisis (¡la prostitución está arrasando con la nación!) y con la promesa de hacer el bien sintiéndose mal. Las historias tristes sobre trabajo sexual se ofrecen como lentejuelas, exhibidas para ser admiradas y barridas al momento en que termina el número. Como un premio, los organizadores pueden incluso invitar a una prostituta simbólica para mostrar una interpretación. A continuación las preguntas para ella:
- ¿La prostitución se considera violencia de género?
- ¿Las prostitutas son explotadas o empoderadas?
- ¿Qué factores llevan a una mujer (siempre se habla de mujeres) a entrar o a ser forzada a entrar al mundo de la prostitución?
- ¿Qué hay sobre “los hombres”/”los clientes”/”la demanda”?
- ¿Cómo definimos “prostitución”?
- ¿Cómo lo describe la gente que vende sexo?
- ¿Cuáles son algunos de los factores que llevan a las mujeres a no vender sexo?
- ¿Cuáles son algunos de los factores que llevan a las mujeres a oponerse a la prostitución?
- ¿Cómo podemos ayudar a las mujeres (y a cualquier otra persona) a entender mejor lo que realmente significa vender sexo?
- ¿Cómo podemos asegurar que las trabajadoras sexuales lideren el debate sobre este tema, es decir, sobre sus propias vidas?
No me imagino que aquellos en contra de la prostitución, los que favorecen este tipo de debates, crean que están ponderándole a la humanidad el valor de las personas que realizan trabajo sexual. La producción de estos debates yace en la presunción de que ellos mismos son el grupo que genuinamente se preocupa por las prostitutas. Tal vez consideran que el propósito del debate sobre prostitución es cuestionar los mitos y presunciones para demostrar su propia pericia, para “sensibilizar”.
¿Qué constituye a la naturaleza de esta sensibilización, en particular la concerniente a la duradera y ubicua naturaleza de la prostitución, la pornografía y otros tipos de comercialización del sexo? Aquellos que buscan sensibilizar tienen un hambre social sobre historias detalladas y escandalosas así como por un orden social que restrinja las oportunidades de los y las trabajadoras sexuales para expresarse sobre la realidad de sus vidas. Esta combinación de factores promueve la demanda de debates producidos específicamente para estos fines.