Ciudad de México (15 febrero 2012).- Cualquier Gobierno que le prometa a su pueblo que va a erradicar el mercado de las drogas le está metiendo, pues tras 100 años de prohibición ha quedado claro que no es una opción factible, aseguró Mike Trace, presidente del International Drug Policy Consortium (IDPC).
"Ganar una guerra contra las drogas no es una opción realista y cualquier gobierno que le prometa a su pueblo que puede erradicar el mercado, no es honesto. El desafío clave, en realidad, es encontrar formas de manejar los mercados y el uso de las drogas con la finalidad de minimizar el crimen y los costos sociales para los individuos y la sociedad", aseguró el también ex zar antidrogas del Reino Unido.
En una editorial que preparó con motivo del foro "Drogas, un balance a un siglo de su prohibición" que organiza el organismo México Unido contra la Delincuencia, Trace añadió que la experiencia que está teniendo México y algunos otros países que han enfrentado el problema desde la perspectiva de la fuerza, demuestran que esta forma de atender el problema resulta más dañina para la sociedad.
"Existen señales claras, de México y otras partes del mundo, que participando en un tipo de "carrera armamentista" con los narcotraficantes, los gobiernos están creando las condiciones para que aumenten la violencia y la corrupción, y para que prosperen los cárteles de la droga más violentos y despiadados, la forma de mercado de las drogas que experimentamos es la peor de todas", aseveró.
El también presidente de la Agencia Antidrogas de la Unión Europea, y director de Reducción de la Demanda en la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, indicó que el mercado de las drogas se comportará en función de la estrategia que se utilice para combatirlo.
"El impacto en la sociedad es muy diferente dependiendo de si las drogas son producidas y distribuidas en grandes cantidades por el crimen organizado, en pequeñas cantidades entre contactos sociales, por autoridades médicas o por medio de puntos de venta al menudeo gravados y regulados", señaló.
Continuar con el mismo enfoque con el que se está combatiendo a las drogas, aseveró, no es ya una opción, por lo que las futuras autoridades mexicanas deben de replantearse la estrategia.
"Los candidatos presidenciales necesitarán presentar sus ideas sobre este reto urgente en los próximos meses", dijo.
"Continuar con las políticas actuales no es una opción; sin embargo, hay nuevas direcciones: las agencias de impartición de justicia puede enfocarse inteligentemente para incentivar reducciones en violencia y corrupción; la inversión en la comunidad basada en la prevención y en los tratamientos contra las drogas puede privar a los cárteles de nuevos reclutas, y la tolerancia de formas menos dañinas de producción y distribución de drogas puede socavar la violencia y la corrupción asociadas con las estructuras actuales del mercado".