Para poder entender y trabajar adecuadamente el enfoque de reducción de daños, es necesario conocer las propiedades de la sustancia de la que se trata, intentando ir más allá de la clasificación inicial de estimulante o depresor. De esta forma, se podrá lograr una idea más completa de la realidad que experimenta la persona que usa esa sustancia, la manera específica en que la usa y se pueden proveer herramientas para prácticas más seguras y de menor riesgo.
Reconocer las propiedades generales de las sustancias y los indicadores de problemas que se pueden presentar nos ayuda a responder apropiadamente a emergencias y accidentes. Es vital que esta información se encuentre en manos de las personas que usan drogas y quienes trabajan directamente con ellas. Reconocer cuándo una situación es normal y cuando se convierte, en ocasiones críticas, en la posibilidad de salvar vidas.

DDT: Recomendaciones de RD para drogas estimulantes y depresores |